Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2010

El matrimonio: lanzarse o darle la vuelta

Imagen
Qué tema tan espinoso. Lo mejor sería no molestarme en dar una opinión personal. Todo lo que sepa a moral, religión, filosofía, resultará controversial por donde se le quiera ver. Nadie tendrá una verdad absoluta. Pero en fin, ya me atreví. Ahora a terminar lo que empecé. Hace algunos años, cuando aún vivía en mi Comarca Lagunera, lancé inocentemente una hipótesis pesimista, acerca de los matrimonios del comienzo del siglo XXI: auguraba que los casamientos realizados después del año 2000 estaban condenados a no durar más de diez años, por el ritmo de vida que se había instalado con la modernidad, por la falta de compromiso a la que nos estábamos habituando y por las corrientes occidentales de lo efímero que se habían instalado ya en nuestros estilos de vida, así, tipo gabacho. Obviamente no era yo en aquel entonces (ni en este, ni nunca lo seré), una autoridad en el tema para establecer juicios sobre las relaciones interpersonales. Pero tristemente me he dado cuenta que la realidad act...

Caso para un detective con vocación

Imagen
Supongamos que usted es un detective reconocido de cierta corporación de justicia. Ha habido un asalto a un banco en la ciudad. Usted, un tipo sumamente capaz, ha dado con los probables responsables sin problemas: Los delincuentes se encuentran reunidos en un hotel del centro, con el botín de su robo, a punto de partir del estado y salirse con la suya. Ya los tiene plenamente identificados pero hay un problema, uno de ellos es un viejo conocido suyo al cual usted le debe un favor cuando eran jóvenes: en una redada, él lo ayudó a escapar de un pleito callejero en el que otros pandilleros estaban a punto de matarlo. Usted nunca saldó la deuda y ahora él se encuentra a su merced. Puede suceder una de dos situaciones: uno, que usted deje las cosas como están, permitiéndoles escapar y argumentar en su parte informativo que no se dio con los probables responsables del delito; o dos, que usted realmente tenga vocación, que los cerque y pida refuerzos para lograr su captura, no importando las ...

Jill Tarter y su deseo

Jill Tarter, del Instituto SETI, hace su deseo en los Premios TED 2009: acelerar la búsqueda de compañía cósmica. Usando un creciente número de radio telescopios, ella y su equipo escuchan esquemas que puedan ser señales de inteligencia en algún otro lugar del Universo. [Para ver subtítulos, presionar en "View subtitles" y después seleccionar "Spanish"]

El arte de observar el cielo

Imagen
Hace unos días, un astrónomo reconocido contestó una de las preguntas que desde hace semanas me estaba inquietando por las noches, cuando observaba un cielo curiosamente despejado, y era la siguiente: ¿Qué objetos celestes son los que vemos a simple vista? ¿Son estrellas de nuestra propia galaxia, o también se pueden ver, con los puros ojos, galaxias distantes, supernovas, nebulosas u otros objetos siderales en el Cosmos? Me respondió con suma tranquilidad: lo que vemos son estrellas de nuestra propia galaxia; pero si tenemos un instrumento más poderoso a nuestro alcance, como binoculares o un telescopio, entonces sí, podemos ver más allá de nuestro simple horizonte galáctico. Y así, quedé satisfecho con su respuesta. Y es que de un tiempo para acá he estado tratando de identificar las estrellas que veo por las noches; pero para alguien con poca experiencia como yo, en el arte de observar el cielo, no es una tarea nada sencilla. Se necesita paciencia, un cielo despejado y por lo menos,...

Colombia no sólo es Pablo Escobar

Imagen
Cuando iba a ir a Colombia, hace tres años, algunos amigos con profunda preocupación me preguntaban: “¿Por qué vas a ese país tan peligroso? Hay mucha violencia, te puede pasar algo.” Me lo decían en buen plan, sin pretender ser aguafiestas, por supuesto. Otros, los más alivianados, me decían: “Qué padre. Será un gran viaje, seguramente. Además hay viejas muy buenas por allá, según cuentan.” Quién lo iba a decir. Hoy en día, México está peor que Colombia en sus peores años de desmadre. No me da mucho orgullo decirlo. Nunca se había sentido tanto peligro en nuestras calles; tan real, tan palpable. La sentencia se revierte y hoy son los colombianos los que preguntarán lo mismo a sus amigos, si un día quisieran visitarnos, ¿para qué venir a este país de narcos? He de confesar sin embargo que en aquel entonces sí me dio un poco de miedo. No sabía realmente a lo que iba, era algo desconocido y me provocó ansiedad los días previos a mi partida. Pero créanme, todo temor desapareció por comple...